APROXIMACIÓN FILOLÓGICA A UN BILLETE DE 50 EUROS ( I )
Saco de mi cartera un billete de 50 euros. Su diseño, de 2017, incorpora una ventana y un puente fantasmas que quieren homenajear, sabe Dios cómo, al arte europeo. Pero no hay solo dibujos absurdos; por lo que a signos lingüísticos respecta, hallo también el nombre de la moneda tres veces, EURO / EYRΩ / EBRO, y, en uno de los laterales, una recua de siglas: el pintoresco galimatías BCE ECB ЕЦБ EZB EKP ΕΚΤ ESB EKB BĊE EBC. A estas dos secuencias gráficas dedicaremos hoy estas líneas.
Las siglas recogen las múltiples variantes con las que se conoce en Europa a la institución emisora del billete. El listado es, salvo error u omisión, el siguiente:
BCE |
BANCO CENTRAL EUROPEO |
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BANQUE CENTRALE EUROPÉENNE |
Francia, Bélgica, Lux. |
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BANCA CENTRALE EUROPEA |
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BANCO CENTRAL EUROPEU |
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BANC CEANNAIS EORPACH |
Gaélico |
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BANCA CENTRALĂ EUROPEANĂ |
Rumano |
Rumanía |
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ECB
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EUROPEAN CENTRAL BANK |
Irlanda, Malta |
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EUROPESE CENTRALE BANK |
Holandés |
Países Bajos, Bélgica |
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EURÓPSKA CENTRÁLNA BANKA |
Eslovaco |
Eslovaquia |
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EVROPSKA CENTRALNA BANKA |
Esloveno |
Eslovenia |
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EIROPAS CENTRĀLĀ BANKA |
Letón |
Letonia |
|
EUROPOS CENTRINIS BANKAS |
Lituano |
Lituania |
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EUROPÆISKE CENTRALBANK |
Danés |
Dinamarca |
|
EUROPEISKA CENTRALBANKEN |
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EVROPSKÁ CENTRÁLNÍ BANKA |
Checo |
Rep. Checa |
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ЕЦБ |
ЕВРОПЕЙСКА ЦЕНТРАЛНА БАНКА |
Búlgaro |
Bulgaria |
EZB |
EUROPÄISCHE ZENTRALBANK |
Alemania, Austria, Lux. |
|
EUROPÄESCH ZENTRALBANK |
Luxem. |
Luxemburgo |
|
EKP |
EUROOPA KESKPANK |
Estonio |
Estonia |
EUROOPAN KESKUSPANKKI |
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EKT |
ΕΥΡΩΠΑΪΚΗ ΚΕΝΤΡΙΚΗ ΤΡΑΠΕΖΑ |
Griego |
Grecia, Chipre. |
ESB |
EUROPSKA SREDIŠNJA BANKA |
Croata |
Croacia |
EKB |
EURÓPAI KÖZPONTI BANK |
Húngaro |
Hungría |
BĊE |
BANK ĊENTRALI EWROPEW |
Maltés |
Malta |
EBC |
EUROPEJSKI BANK CENTRALNY |
Resumiendo: diez siglas diferentes para los 25 idiomas oficiales hablados en los 27 países que componen la Unión Europea, incluyendo los que no usan el euro pero integran el banco. Profundicemos ahora un poco más en ese cuadro para percibir, siquiera mínimamente, la diversidad lingüística de Europa.
1.- ALFABETOS. Como se hace evidente en el nombre de la propia moneda, en la Unión Europea se utilizan tres alfabetos: el latino, con mucho el más extendido, y los alfabetos griego y cirílico, respectivamente del griego y el búlgaro. El más antiguo de ellos es el griego, que viene usándose desde hace más de 3.000 años y está en el origen de los otros dos. El alfabeto cirílico de Bulgaria fue creado a partir de la escritura griega bizantina en torno al siglo X d. C. por un discípulo de los evangelizadores de los pueblos eslavos Cirilo y Metodio. Por ello a las típicas letras griegas como la А, la Г o la П, hubieron de añadirse otras nuevas para representar sonidos eslavos como la Ж, la Щ o la Ю. Desde entonces, ambos alfabetos han evolucionado de forma independiente durante mil años por lo que en la actualidad resultan muy diferentes entre sí pese a su filiación.
Por lo que al alfabeto latino, o abecedario, se refiere, parece ser que los antiguos romanos tomaron sus letras de los etruscos, quienes, a su vez, las habían adaptado de una variedad griega del sur de la península itálica. Como además, hacia el final de la República, los romanos todavía añadieron algunas grafías más del griego clásico, ambos alfabetos coinciden bastante -A, K, T...-, aunque tienen, también, muchas y notables diferencias, como la Θ, la Ξ o la Ω griegas.
2.- ORDENACIÓN. Tres son las palabras y tres también sus combinaciones. Si consideramos irrelevantes, a este efecto, las diferencias de alfabeto, nos encontramos solo con la mayoritaria EUROPA CENTRAL BANCO (ECB, ЕЦБ, EZB, EKP, EKT, ESB, EKB), la minoritaria BANCO CENTRAL EUROPA (BCE y BĊE), y la exótica EUROPA BANCO CENTRAL, el EBC polaco. Vemos con claridad que excepto la última, todas las excepciones a ECB tienen que ver con una ordenación peculiar del sintagma nominal en las lenguas románicas, las lenguas que proceden del latín, que colocan el sustantivo al inicio mientras que en todas las demás, el sustantivo va al final. La excepción polaca es, por lo tanto, aún más llamativa puesto que se opone a sus propias hermanas eslavas, no solo de la rama sur, el esloveno y el croata, sino también a las más cercanas del norte, pues tanto el checo como incluso el ruso responden también al orden general ECB.
3.- SEPARACIÓN DE PALABRAS. Y también, una cuestión de detalle. Aunque las diez siglas están compuestas por tres símbolos cada una, si nos fijamos con atención, en algunos casos leemos solo dos palabras; en sueco, alemán y luxemburgués, y en las dos lenguas balto-finesas. Sin embargo, el hecho de que las otras lenguas germánicas separen las tres palabras, así como que estas cinco excepciones ocupen una posición geográfica cercana en el noroeste de Europa parece indicar que esta peculiaridad haya de considerarse accesoria, meros hábitos caligráficos compartidos. Eso explicaría que, pese a estar unidas dos de las palabras, sigan teniéndose en cuenta las tres siglas. Con todo, quien haya estudiado alemán, aunque solo sea unos meses, sabrá que la necesidad de aprender a “trocear” bien las palabras resulta uno de los mayores problemas iniciales para su aprendizaje.
Esto, por lo que respecta a las iniciales que aparecen en el billete, pero los datos del cuadro permiten que nos acerquemos también a las palabras que representan esas siglas, lo cual amplía mucho la perspectiva filológica que nos interesa aquí...