F. M. DOSTOIEVSKI: LOS DEMONIOS DE LA SOCIEDAD MODERNA
Feodor Mijáilovich Dostoievski nació en Moscú en 1821. Era hijo de un médico alcoholizado y con pocos recursos pero pudo estudiar en la Escuela de Ingenieros Militares de San Petersburgo, donde pronto comenzó a interesarse por la política y la literatura. Ya desde estos primeros años, su salud estuvo condicionada por la epilepsia que padecía, enfermedad que influyó tanto en la construcción de muchos de sus personajes literarios como en su propia percepción de la creación artística. En concreto, la idea de que un buen recuerdo puede colmar toda una vida de felicidad se halla en relación con los momentos de éxtasis (aura epiléptica) inmediatamente anteriores a sus crisis más violentas.
En 1843 ingresó en la Dirección General de Ingenieros en San Petersburgo como subteniente pero pronto pidió la excedencia para consagrarse a la literatura y su primera novela, Pobres gentes, le dio cierto renombre con solo 24 años. Al mismo tiempo, Dostoievski entró en contacto con grupos revolucionarios nihilistas como el Círculo Petrashevsky. Por ello, en 1849 fue detenido por conspirar contra el zar Nicolas I y condenado a muerte, pena que le fue conmutada, cuando ya estaba ante el pelotón de fusilamiento, por una condena de trabajos forzados en Siberia. Después, todavía hubo de servir como soldado en Kazajistán varios años hasta que Alejandro II en 1857 decretó una amnistía. Durante esta época terrible la mentalidad de Dostoievski cambió. Se convirtió en un feroz crítico del nihilismo que antes había defendido, entendiendo que la Rusia ortodoxa no podía asumir esas ideas propias de la Europa librepensadora. A partir de ese momento, para él, eslavófilo convencido, será fundamental el papel integrador y salvador de la religiosidad rusa.
En 1859 Dostoievski abandona el ejército, funda una revista en San Petersburgo, en la que publica Humillados y ofendidos, y viaja por toda Europa entregado a una de sus grandes pasiones, el juego, que lo lleva a la ruina. Además, las muertes de su primera esposa y de su hermano lo sumen en la depresión. Pero precisamente entonces, en 1865, comienza a escribir Crimen y castigo, su primer gran éxito. Además, para salir de la miseria se compromete con un editor a escribir una novela cada año, lo que le obliga a mantener un ritmo frenético de escritura. El jugador, por ejemplo, la dictó en solo 26 días para cumplir con este contrato.
Dostoievski volvió a casarse y a recorrer Europa en 1867. En Ginebra, comenzó a escribir El idiota y, ya de vuelta en Rusia, Los demonios, de 1872. En 1877, la publicación seriada de su Diario de un escritor, con notas sobre revueltas políticas, conflictos sociales, reflexiones sobre Pushkin o comentarios sobre Anna Karénina, tuvo gran éxito pero Dostoievski dejó de publicarlo en 1878 para centrarse en la redacción de Los hermanos Karamázov. Pocos meses después de su publicación, moría en su casa de San Petersburgo, en 1881, de una hemorragia pulmonar asociada a un ataque epiléptico.
La mayoría de las novelas de Feodor Dostoievski exploran los aspectos más complejos de la condición humana a partir de temas como la pobreza (Humillados y ofendidos), el amor o la autopurificación por medio del sufrimiento (Crimen y castigo). Las obras de Dostoievski se caracterizan por una profunda reflexión sobre los aspectos más conflictivos de la moderna sociedad europea. Además, su utilización del realismo psicológico para explorar las áreas más recónditas de la psicología, la filosofía y la ética justifican que se lo considere precursor del existencialismo. Algunos temas recurrentes en la obra de Dostoievski son el suicidio, el orgullo herido, la destrucción de los valores familiares, el renacimiento espiritual a través del sufrimiento, el rechazo a Occidente y la afirmación de la ortodoxia rusa y el zarismo.
Sus personajes pueden clasificarse en diversas categorías: humildes cristianos (Príncipe Myshkin, Aliosha Karamázov), nihilistas autodestructivos (Svidrigáilov, Stavroguin), cínicos libertinos (Feodor Karamázov), intelectuales rebeldes (Raskólnikov, Iván Karamázov)... Todos ellos encarnan valores espirituales que son por definición atemporales y se rigen por ideas más que por imperativos biológicos o sociales.
Desde el punto de vista técnico, en sus novelas Dostoievski deja transcurrir poco tiempo, muchas veces sólo unos días, durante los cuales pone a sus personajes en las situaciones más extremas, rastreando sus conflictos interiores, sus motivaciones más profundas, sus debilidades y sus anhelos. Dostoievski creó una obra con una inmensa vitalidad y un poder casi hipnótico, caracterizada por escenas febriles y dramáticas donde los personajes se mueven en atmósferas violentas y extravagantes entregados a enloquecidos diálogos «a la rusa» sobre la exitencia de Dios, el sentido del mal o el sufrimiento de los inocentes. Literatos rusos contemporáneos criticaron la complicación y confusión argumental de sus novelas pero pronto su penetrante descripción del alma humana, su implicación emocional con lo relatado y su aguda presentación de la sociedad sentaron las bases de uno de los estilos más personales e influyentes de la narrativa europea de todos los tiempos.
PRINCIPALES OBRAS
Pobres gentes (1846)
Humillados y ofendidos (1861)
Crimen y castigo (1866)
El jugador (1866)
El idiota (1868-1869)
Los demonios (1871-1872)
Los hermanos Karamázov (1879-1880)