JOHN DONNE: PASIÓN Y ESPIRITUALIDAD BARROCAS

 

    John Donne nació en 1572 en el seno de una acomodada familia católica londinense. Huérfano de padre a los cuatro años, se crió con los parientes de su madre, familiares lejanos de santo Tomás Moro. Así, en su familia el futuro poeta vivió desde muy niño las persecuciones religiosas de la época de Isabel I y, de hecho, su hermano murió en la cárcel por proteger a un sacerdote católico y uno de sus tíos, jesuita, fue condenado al exilio bajo pena de muerte.

    Donne cursó estudios de Derecho en las universidades de Oxford y de Cambridge pero no llegó a obtener ninguna licenciatura a causa de las limitaciones que le imponía su fe católica. Al no poder ejercer profesionalmente, en la última década del siglo llevó a cabo varios viajes por el continente, que le permitieron aprender italiano y castellano, y acompañó al conde de Essex en las expediciones contra Cádiz y las Azores, que dieron pie a algunos de sus primeros poemas.

    Hacia 1589, Donne se convirtió al anglicanismo, lo que le permitió afianzar su posición en la corte, llegando a ser secretario de Thomas Egerton, un político bien situado en el entorno de Isabel I. Esto podría haber sido el inicio de una brillante carrera política pero, tras casarse en secreto y contra la voluntad de su protector con Ann More, sobrina de lady Egerton, fue destituido de todo sus cargos y encarcelado. A continuación, pasó junto a su mujer, con la que tuvo doce hijos, varios años difíciles lejos de Londres, durante los que solo pudo subsistir gracias al apoyo de algunas damas de la nobleza que apreciaban su poesía, como Magdalen Herbert, a quien envió La Corona.

    En esa época, las penurias económicas de su familia le llevaron a escribir también un par de panfletos anticatólicos buscando el favor el nuevo rey, Jacobo I. Logró su objetivo pero, a partir de ese momento su vida se vio condicionada por ese apoyo logrado en Palacio. Así, debido a las presiones de Jacobo I, Donne hubo de consentir en ser ordenado pastor anglicano en 1615, dos años antes de la muerte de su mujer. Gracias también a la influencia real, llegó a ser deán de la catedral de San Pablo en 1621, puesto en el que logró fama con sus sermones, de los que se conservan impresos 160. Murió en 1631 tras haber alcanzado el éxito social y literario.

    En su época, Donne debió su prestigio sobre todo a su prosa religiosa ya que sus poemas, aunque se difundían manuscritos, no se publicaron hasta 1633, dos años después de su muerte. Su obra poética no es muy amplia pero sí muy representativa e influyente en su época. La lírica de Donne cultiva uno de los recursos fundamentales de la estética barroca, el “concepto”, cuya presencia sistemática al final del poema desestabiliza al lector y le invita a retomar el poema desde otro punto de vista. En sus primeras obras, Donne celebra el amor carnal expresando las cosas crudamente pero sin excluir jamás la dimensión espiritual de la unión de los amantes. A su vez, la lírica religiosa y moral de John Donne está impregnada por la presencia de la muerte, deseada porque reúne por fin el Ser a la Eternidad o rechazada porque lo precipita en la Nada.

    La mayor parte de la obra poética de Donne suscitó pronto el asombro y la admiración de sus lectores por sus innovaciones formales y temáticas. Samuel Johnson en su Vidas de los Poetas Ingleses, de 1780, incluyó a un buen número de poetas ingleses bajo el membrete de “Escuela de Donne”, debido a la influencia de su personalidad, y a la diversidad y la amplitud de la obra del deán de San Pablo, y se refirió a ellos como “poetas metafísicos”. En el siglo XX, Donne fue redescubierto por Ezra Pound y, sobre todo, T. S. Eliot, que ha destacado la ejemplaridad de su obra poética, en particular por la relación estrecha que muestra entre lo religioso y lo profano, entre el cuerpo y el alma, expresada en unos versos complejos y directos.

    Una de sus meditaciones, recogidas en sus Devotions upon Emergent Occasions, la Meditación XVII, famosa por su expresión “no man is an island”, es uno de los textos más célebres de la literatura inglesa y de una de sus líneas procede el ¿Por quién doblan las campanas? de Hemigway.

 

PRINCIPALES OBRAS

    Satiras, 1595-98, manuscrito.

    Elegias, Cantos y Sonetos, 1611, manuscrito.

    Songs and Sonnets, 1632, primera edición impresa de sus obras.

    Six sermons, 1634.

    Devotions Upon Emergent Occasions and Death's Duel, 1623.