MALLEUS MALEFICARUM: EL MANUAL DE LA CAZA DE BRUJAS (I)

 

    El desarrollo de la imprenta por toda Europa durante la segunda mitad del siglo XV favoreció, como es bien sabido, la expansión del conocimiento al facilitar el acceso a unos textos cada vez menos costosos. Al mismo tiempo, la fácil y múltiple reedición de algunos de ellos colaboró de forma eficaz en la rápida difusión de determinadas ideas de la época y potenció la uniformidad del pensamiento europeo. Repasaremos hoy, en este sentido, el gran y lamentable eco de uno de estos textos, que, por ajeno a nuestro mentalidad actual, plantea precisamente más interrogantes que ningún otro sobre las heterogéneas raíces de nuestra cultura común: el Malleus Maleficarum de Heinrich Kramer y Jacob Sprenger.

    El Malleus se ha convertido con el paso de los siglos en el símbolo de una Europa oscura, encenagada en la superstición y la tortura, misógina, cruel, cerril y bárbara. Sin embargo, no estamos hablando, como veremos, de un polvoriento legajo medieval escrito en un tétrico convento por una hermandad de sádicos sino de un auténtico best seller del Renacimiento europeo, escrito por intelectuales de prestigio reconocido y con una profunda repercusión social en uno de los periodos de mayor desarrollo cultural de nuestra historia.

    El Malleus maleficarum, maleficas et earum hæeresim frameâ conterens…, de Heinricus Institoris y Jacobus Sprengerus vio la luz por vez primera en Estrasburgo, probablemente en 1487. Como su título indica, el libro quiere ser una revelación, censura y represión de las prácticas heréticas de las mujeres “maléficas”, es decir, de “las que hacen el mal”, las brujas. Los autores pertenecían a la orden dominica, es decir, se contaban entre los frailes que se habían destacado desde el siglo XIII por su dedicación a reprimir la herejía y defender la ortodoxia y que, de hecho, tenían a su cargo la administración de la Inquisición papal. Además no eran unos aficionados en estos menesteres. El alsaciano Kramer, autor del texto, había ejercido de inquisidor en los dominios austriacos de los Habsburgo así como en el reino de Bohemia; el suabo Sprenger, que daba al libro prestigio intelectual, había sido Inquisidor General de Germania, inquisidor especial para los obispados de Renania y, desde 1480 era el decano de la facultad de Teología de la Universidad de Colonia. Además, el Malleus contaba con un apoyo teológico de primer orden, la bula papal Summus Desiderantes Affectibus, promulgada por Inocencio VIII en 1484, precisamente a petición de Kramer, con la que se abría el libro. En ella, el pontífice reconocía la existencia real de la brujería, cuestionada por la propia Iglesia durante la Edad Media, y abolía, de este modo, las reticencias impuestas por el Canon Episcopi de 906, que, al contrario, consideraba herejía la creencia en el poder efectivo de los brujos. Justo al inicio de la Edad Moderna, la más alta jerarquía eclesiástica daba carta de naturaleza teológica a lo que hasta entonces era tenido por superstición.

    Conviene precisar que el Malleus maleficarum no fue bien recibido por la intelectualidad de la época y el propio Kramer denunciado ante la Inquisición, lo cual no impidió que la imprenta hiciera de su libro un gran éxito comercial. Véase, si no, la lista de ediciones de la época:

    Estrasburgo, c. 1487.

    Spira, c. 1487, 1495.

    Colonia, 1489, 1494, 1511, 1520.

    Basilea, c. 1490.

    Nuremberg, 1494, 1496, 1519.

    París, c. 1497, c. 1510.

    Lyon, 1519, 1584, 1595, 1600, 1604, 1614, 1615, 1620, 1621, 1666, 1669.

    Venecia, 1574, 1576.

    Francfurt, 1580, 1582, 1588, 1600.

    Friburgo, 1598, 1660.

    Resulta fácil distinguir en el listado anterior dos momentos históricos bien diferenciados en la historia editorial del Malleus:

    1: El tercio de siglo que va desde su aparición hasta la edición de Lyon de 1520. Se trata de la época de su primera expansión, ligada a sus muy concretos orígenes renanos. Encontramos casi una veintena de ediciones publicadas sobre todo en regiones de lengua germana y en las zonas de actuación de sus autores. De hecho, si fijamos el puntero en la ciudad de Estrasburgo, cuna de la edición original, un círculo de 500 Km. de radio abarca todos los demás centros editoriales. Por otra parte, el cese brusco de las ediciones del Malleus en 1520 puede ponerse en relación con los inicios de la Reforma, no tanto porque Lutero o los otros reformadores estuviesen en desacuerdo con la doctrina del libro -todo lo contrario-, sino por la rápida y profunda afección que la nueva administración religiosa tuvo en la historia de la Inquisición europea.

    2.- El segundo periodo de difusión y éxito del Malleus comienza con la reedición lionesa de 1568 y se prolonga durante un siglo hasta la de 1669. Este periodo histórico, mucho más amplio y complejo, coincidente con las grandes guerras de religión, puede ser considerado algo así como la etapa clásica de la quema de brujas en Europa y en ella, el libro de Kramer y Sprenger se reeditó con frecuencia al frente de un ramillete de textos sobre brujería y demonología, como un primus inter pares. Vemos que cambian los lugares de edición, ampliándose el círculo a Venecia, pero sobre todo se centra en Francia, donde jueces civiles formados en sus principales universidades van a ser los protagonistas de los más terribles procesos.

    No es fácil precisar cuál puede haber sido el motivo concreto del prestigio alcanzado por el Malleus para que se convirtiera en uno de los libros más reeditados de Europa durante casi 200 años, pero podemos aventurar varias conjeturas: [...] [E. G.]