SCHILLER: UN TEATRO NUEVO PARA LOS NUEVOS TIEMPOS

 

    Friedrich Schiller nació cerca de Stuttgart en 1759, en la humilde familia de un oficial al servicio del duque de Würtemberg, Carlos II, quien, reconociendo su talento precoz, facilitó su ingresó a los trece años en la academia militar del ducado. Allí comenzó a estudiar Derecho, carrera que pronto sustituyó por la de Medicina. Ya en 1780, tras la lectura de la tesis doctoral dejó la academia para servir como médico militar.

    Durante esta época formativa, Schiller leyó con fervor a los poetas del Sturm und Drang y muy poco después compuso su primera obra de teatro de acuerdo con ese estilo, Die Räuber (Los bandidos), estrenada en 1782 en el Teatro Nacional de Mannheim, en el Palatinado. La obra alcanzó gran éxito, sobre todo entre el público más joven, pero el duque de Würtemberg encarceló a Schiller durante 14 días por violar su prohibición de asistir al estreno, le prohibió volver a escribir teatro y lo destinó al regimiento de peor fama del ducado. Por todo ello, Schiller decidió huir de Würtemberg, viéndose obligado a rehacer su vida lejos de su tierra natal.

    Primero vivió durante un tiempo en Turingia, donde trabajó de bibliotecario y comenzó a escribir Don Carlos, y luego regresó a Mannheim, donde estrenó su drama Fiesco y consiguió un contrato por dos años como dramaturgo para el propio teatro. Poco después el duque de Weimar, Carlos Augusto, le concede el título de Consejero tras haber escuchado una lectura del primer esbozo de Don Carlos y en 1787, Schiller viaja a Weimar, donde conoce a Herder y Wieland, y comienza a ser considerado uno de los escritores alemanes más importantes de su época. De hecho, Don Carlos, una de sus obras más importantes, se publica por primera vez y se estrena ese mismo año.

    En 1789 Schiller consiguió una cátedra honorífica de Filosofía en la universidad de Jena, también en Weimar, desde la que se hizo famoso como teórico de la Historia. Su primera clase magistral (¿Qué significa y a qué fin se estudia Historia Universal?) confirmó su éxito como intelectual e historiador hasta tal punto que el aula inicialmente prevista hubo que cambiarla por otra más grande.  Su principal aportación académica fue su Historia de la Guerra de los Treinta Años, obra que le convirtió en el historiógrafo más importante que había tenido hasta entonces el Imperio. La trascendencia del paso del dramaturgo por las aulas de Jena ha sido tal que hoy en día esta universidad ha pasado a denominarse Frederich Schiller.

    Al mismo tiempo, debido tanto a sus enfrentamientos con el duque de Würtemberg como, sobre todo, a la temática idealista y revolucionaria de sus obras, en 1792 fue nombrado Ciudadano Honorario de la República Francesa junto con otros grandes personajes europeos contemporáneos de ideología liberal como el también alemán Klopstock, el estadounidense George Washington y el polaco Tadeusz Kościuszko.

    En 1794 Schiller conoce al editor Friedrich Cotta, que está dispuesto a editar la revista mensual Die Horen. Schiller consigue que Goethe acepte participar en ella y se desarrolla un intercambio amistoso de cartas entre los dos, con lo que da comienzo una de las relaciones intelectuales más importantes de la literatura europea. En esa misma revista colaboraron los autores alemanes más famosos de su tiempo como Johann Gottfried Herder, Johann Gottlieb Fichte, August Wilhelm Schlegel, Alexander von Humboldt  y Friedrich Hölderlin. Poco después, entre 1796 y 1800 Schiller edita otra importante revista literaria, El almanaque de las musas, con los mismos colaboradores. En ella, en 1797, se publican, por ejemplo, las Xenien, epigramas en los que Schiller y Goethe se burlan juntos de sus críticos. 1797 también se suele llamar el año de las baladas, ya que Schiller termina ese año El anillo de Policrates, La marcha del martillo de hierro o La grulla de Íbico.

    Centrado de nuevo en la producción dramática, en 1799 Schiller a la vez que va completando su gran trilogía sobre Wallenstein, se traslada definitivamente con su familia a la ciudad de Weimar. A partir de ese momento y dado que comparte la dirección del teatro ducal, se suceden sus obras dramáticas como María Estuardo, La doncella de Orleans, La novia de Mesina o Guillermo Tell.

    El 16 de noviembre de 1802 el duque de Weimar consagra su éxito social y literario ennobleciéndolo al permitirle usar la partícula von antes de su apellido, Friedrich von Schiller. Finalmente, en febrero de 1805, con 45 años, Schiller enferma gravemente en Weimar de una pulmonía probablemente causada por su tuberculosis, que le causa la muerte ese mismo año.

PRINCIPALES OBRAS

        TEATRO

    Los bandidos (1781)

    Don Carlos (1787)

    Wallenstein, trilogía (1798-1800)

    María Estuardo (1800)

    La doncella de Orleans (1801)

    Guillermo Tell (1804)

        HISTORIA: Historia de la Guerra de los Treinta Años (1790)      

        LÍRICA

    Oda a la alegría (1785)

    La grulla de Íbico (1787)

    La canción de la campana (1800)