I. S. TURGUÉNIEV: POR LA OCCIDENTALIZACIÓN DE RUSIA

    Iván Serguéyevich Turguéniev nació en el sur de Rusia en 1818 en el seno de una rica familia terrateniente que contaba con más de 5.000 siervos. Su padre, coronel de la caballería imperial, murió cuando el futuro escritor tenía dieciséis años; de ahí que su infancia estuviera marcada por la presencia dictatorial de su madre. Durante su juventud, Turguéniev estudió Filología en Moscú y San Petersburgo y Filosofía en Berlín. En la capital de Prusia quedó impresionado por los avances de la sociedad occidental, lo cual marcaría el resto de su vida y de su trabajo intelectual, al considerar que Rusia también podría progresar si tomaba el mismo camino que Europa. Esto le llevó a situarse en posiciones opuestas a la tendencia eslavófila de otros grandes intelectuales rusos de la época como Tolstói y Dostoievski y, en el ámbito político, a tomar partido contra el régimen de servidumbre. Precisamente habla mucho de su fama como intelectual el hecho de que se dijera que el zar Alejandro II se había visto muy influido por algunos de sus libros a la hora de tomar su decisión sobre la emancipación de los siervos. De hecho, el propio escritor, en 1860, poco antes de que fueran liberados por el zar, ya había repartido sus tierras entre ellos voluntariamente.

    En la década de 1840 y principios de 1850, con Nicolás I el clima político de Rusia era agobiante para muchos escritores e intelectuales rusos, que optaron por emigrar a Europa, entre ellos el mismo Turguéniev. En su caso, influyó además su relación sentimental con la mezzosoprano española Paulina Viardot, a la que había conocido en San Petersburgo hacia 1844, y con la que mantendrá una relación de íntima amistad hasta el fin de sus días pese a que ella estaba casada. Por esas fechas, Turguéniev pretendía alcanzar el éxito escribiendo obras teatrales, actividad que no abandonará nunca pero que pronto pasará a un segundo plano en su producción literaria.

    De este modo, entre 1847 y 185o Turguéniev vive en Francia, desde donde comienza a enviar relatos a Rusia para que sean publicados en revistas progresistas de San Petesburgo como El Contemporáneo. Sin embargo, al estallar la Guerra de Crimea (1853-56), durante la cual el Impero Ruso se enfrentó a Francia y a Inglaterra, regresa a su país. Después, tras la llegada al poder de Alejandro II en 1855, el clima político se tornará más relajado y Turguéniev podrá volver a vivir en París.

    El primer éxito literario de Turguéniev fue la colección de relatos titulada Diario de un cazador, de 1852, que refleja con realismo la vida del campo y de los siervos. De 1858 es su novela Nido de hidalgos, historia de la nostalgia por lo perdido, y de 1862 Padres e hijos, posiblemente su mejor obra, donde plantea la diferencia entre dos generaciones separadas por la irrupción de la ideología nihilista, muy en boga entre la juventud rusa de aquella época. El protagonista, Bazárov, se convirtió en un personaje arquetípico de la novela rusa de mediados de siglo. Sin embargo, la crítica de aquel momento no tomó a la novela en serio, y el escritor comenzó a preocuparse menos por la repercusión que sus obras pudieran tener en Rusia. Turguéniev escribió también novelas cortas como “Aguas primaverales” o “Primer amor” y en todas estas novelas y relatos, en los que predomina la ambientación rural, los temas dominantes van a ser la frustración vital, los amores fallidos y una profunda crítica de la vida rusa y de las nuevas ideologías.

    Alto y robusto, su carácter destacó por su timidez e introspección, pero, aunque nunca contrajo matrimonio, tuvo una hija con una de las siervas de su familia, hija que, curiosamente, envió a Francia para que fuera educada por Pauline Viardot. Sus largas estancias fuera de Rusia, con residencia permanente al final de su vida en Francia, explican que su amigo más cercano en el campo de la literatura fuera Gustave Flaubert, con quien mantuvo una larga amistad entre 1863 y 1880, fecha de la muerte del novelista francés. En cambio sus relaciones personales y literarias con Lev Tolstói y Fiódor Dostoyevski fueron a menudo tensas puesto por la oposición estos dos grandes escritores rusos al pensamiento europeísta de Turguéniev.

    En el final de su vida, desde 1870, Turguéniev abandona definitivamente Rusia, trasladando su residencia a las afueras de París con estancias ocasionales en Baden-Baden o Inglaterra, donde en 1879 la Universidad de Oxford le otorgó el título de doctor honoris causa. Murió en su casa parisina en 1883, pero por expreso deseo suyo, su cuerpo fue trasladado a San Petersburgo para ser enterrado en tierra rusa.

PRINCIPALES OBRAS

    1852 - Memorias de un cazador, cuentos.

    1859 - Nido de hidalgos, novela.

    1860 - Primer amor, novela corta.

    1862 - Padres e hijos, novela.

    1870 - El rey Lear de la estepa, novela corta.

    1877 - Tierra virgen, novela.